do ÂściÂągnięcia - download - pobieranie - pdf - ebook

[ Pobierz całość w formacie PDF ]

poseído de Dios le es, sin duda, muy posible afirmar al criminal, y viceversa; pero a
ambos, y a todos los otros seres absolutos, les es imposible afirmar aquel término tibio y
neutral, lo burgués. Sólo el humorismo, el magnífico invento de los detenidos en su
llamamiento hacia lo más grande, de los casi trágicos, de los infelices de la máxima
capacidad, sólo el humorismo (quizás el producto más característico y más genial de la
humanidad) lleva a cabo este imposible, cubre y combina todos los círculos de la
16
El lobo estepario
Hermann Hesse
naturaleza humana con las irradiaciones de sus prismas. Vivir en el mundo, como si no
fuera el mundo, respetar la ley y al propio tiempo estar por encima de ella, poseer,
«como si no se poseyera», renunciar, como si no se tratara de una renunciación -tan
sólo el humorismo está en condiciones de realizar todas estas exigencias, favoritas y
formuladas con frecuencia, de una sabiduría superior de la vida.
Y en caso de que el lobo estepario, a quien no faltan facultades y disposición para
ello, lograra en el laberinto de su infierno acabar de cocer y de transpirar esta bebida
mágica, entonces estaría salvado. Aún le falta mucho para ello. Pero la posibilidad, la
esperanza, existe. Quien lo quiera, quien sienta simpatías por él, debe desearle esta
salvación. Ciertamente que de este modo él se quedaría para siempre dentro de lo
burgués, pero sus tormentos serían llevaderos y fructíferos. Su relación con la
burguesía, en amor y en odio, perdería la sentimentalidad, y su ligadura a este mundo
cesaría de martirizarlo constantemente como una vergüenza.
Para alcanzar esto o acaso para, al final, poder todavía osar el salto en el espacio,
tendría un lobo estepario así que enfrentarse alguna vez consigo mismo, mirar
hondamente en el caos de la propia alma y llegar a la plena conciencia de sí. Su
existencia enigmática se le revelaría al instante en su plena invariabilidad, y a partir de
entonces sería imposible volver a refugiarse una y otra vez desde el infierno de sus
instintos en los consuelos filosófico-sentimentales, y de éstos en el ciego torbellino de su
esencia lobuna. El hombre y el lobo se verían obligados a reconocerse mutuamente, sin
caretas sentimentales engañosas, y a mirarse fijamente a los ojos. Entonces, o bien
explotarían, disgregándose para siempre, de modo que se acabara el lobo estepario, o
bien concertarían un matrimonio de razón a la luz naciente del humorismo.
Es posible que Harry se encuentre un día ante esta última posibilidad. Es posible que
un día llegue a reconocerse, bien porque caiga en sus manos uno de nuestros pequeños
espejos, o porque tropiece con los inmortales, o porque encuentre quizás en uno de
nuestros teatros de magia aquello que necesita para la liberación de su alma
abandonada en la miseria. Mil posibilidades así lo aguardan, su destino las atrae con
fuerza irresistible, todos estos individuos al margen de la burguesía viven en la
atmósfera de estas posibilidades. Una insignificancia basta, y surge la chispa.
Y todo esto lo conoce muy bien el lobo estepario, aun cuando no llegue nunca a ver
este trozo de su biografía interna. Presiente su situación dentro del edificio del mundo,
presiente y conoce a los inmortales, presiente y teme la posibilidad de un encuentro
consigo mismo, sabe de la existencia de aquel espejo, en el cual siente tan terrible
necesidad de mirarse y en el cual teme con mortal angustia verse reflejado.
Para terminar nuestro estudio queda por resolver todavía una última ficción, una
mixtificación fundamental. Todas las «aclaraciones», toda la psicología, todos los
intentos de comprensión necesitan, desde luego, de los medios auxiliares, teorías,
mitologías, ficciones; y un autor honrado no debería omitir al final de una exposición la
resolución en lo posible de estas ficciones. Cuando digo «arriba» o «abajo», ya es esto
una afirmación que necesita explicarse, pues un arriba y un abajo no los hay más que en
el pensamiento, en la abstracción. El mundo mismo no conoce ningún arriba ni abajo.
Así es también, para decirlo pronto, una mentira el lobo estepario. Cuando Harry se
considera a sí mismo como hombre-lobo y piensa que está compuesto de dos seres
hostiles y contrarios, ello es puramente una mitología simplificadora. Harry no es un
hombre-lobo, y si nosotros también acogimos, aparentemente sin fijarnos, su ficción,
por él mismo inventada y creída, tratando de considerarlo y de explicarlo realmente
como un ente doble, como lobo estepario, nos aprovechamos de un engaño con la [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • goeograf.opx.pl